Sevilla tiene tantos lugares interesantes que visitar que es difícil escoger solo unos pocos para ver en un solo día.
Arte, historia, gastronomía… la oferta turística de la ciudad es grande, y con tan poco tiempo tendrás que aprovechar al máximo todas las horas de tu visita para no perderte nada.
Para ponértelo fácil y que no te queden dudas de qué ver en Sevilla en un día, he hecho esta selección de los puntos de interés que no pueden faltar en tu visita a la ciudad.
1. Los Reales Alcázares
Uno de los imperdibles de Sevilla son los Reales Alcázares, un complejo amurallado de palacios y jardines que forman lo que hoy es el palacio real en uso más antiguo de Europa, y del que puedes descubrir todos los rincones con una visita guiada.
El Alcázar es una de las mayores muestras del pasado islámico de Sevilla y forma parte de la ciudad desde que se construyó en 913.
Al palacio original se fueron añadiendo elementos mudéjares, góticos, renacentistas y barrocos, de manera que hoy puede contemplarse en un mismo monumento una hermosa muestra de las diferentes épocas históricas de Sevilla.
No te pierdas la cúpula de la Sala de los Embajadores ni dejes de disfrutar de un paseo por sus bellísimos jardines, porque te llevarás un gran recuerdo de ellos.
2. La Catedral de Santa María de la Sede y la Giralda
La Catedral de Sevilla (o Catedral de Santa María de la Sede) es única, y no solo por su belleza ni por ser el templo gótico más grande del mundo; también por su inusual forma rectangular.
La explicación está en que fue construida sobre la antigua mezquita de la ciudad, algo que puede verse también en el Patio de los Naranjos, el patio interior que la catedral aún conserva de su pasado islámico, y que te recomiendo mucho visitar.
Tampoco puedes perderte el retablo mayor, uno de los símbolos de la Catedral de Sevilla y, sin duda, uno de los motivos por los que esta fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1987.
Visto todo esto llega el momento de visitar el emblema de la ciudad: la Giralda; campanario de la Catedral de Sevilla y antiguo minarete de la mezquita sobre la que se construyó. No dudes ni por un momento en subir a admirar el paisaje desde lo alto de la torre; sus 98 metros de altura ofrecen una vista de la ciudad inigualable.
3. La plaza de España y el parque de María Luisa
Si piensas que la Expo 92 fue la primera exposición celebrada en la ciudad es que aún no conoces la llamada Sevilla del 29, las instalaciones de la que fue la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
La plaza de España es el edificio más grande que se construyó en la ciudad en el siglo XX y el punto central de la exposición. Parte de su encanto viene de su construcción en ladrillo visto, algo que le da un aire muy distinto a la mayoría de edificios sevillanos.
La fuente, el canal que la rodea y los cuatro puentes que lo cruzan hacen el resto para convertir la plaza España en un escenario singular que no debes perderte durante tu visita a Sevilla.
Junto a la plaza se encuentra el parque de María Luisa, declarado Bien de Interés Cultural, y que también forma parte de la Sevilla del 29.
Es una de las principales zonas verdes de la ciudad, y pasear a la sombra de sus arboledas, entre bonitos estanques y jardines, es una opción fantástica para refrescarte en las horas más calurosas del día.
Antes de acabar tu visita, te recomiendo visitar la estatua de Gustavo Adolfo Bécquer, uno de los principales puntos de interés del parque.
Y si no quieres perderte nada de la Sevilla del 29 al hacer el recorrido por tu cuenta, siempre puedes contratar una visita guiada para recorrer todos los rincones de la plaza España y el parque de María Luisa.
4. El Guadalquivir y la Torre del Oro
El Guadalquivir es el río que atraviesa Sevilla y que forma parte del encanto y la personalidad de la ciudad.
Si solo tienes un día para visitar Sevilla, recorrerlo en un agradable paseo en barco es una manera rápida, práctica y divertida de visitar muchos puntos turísticos que se encuentran en alguna de sus orillas, como la antigua fábrica de tabacos, el Puente de Triana o las instalaciones de la Expo 92 en la Isla de la Cartuja.
Además, los cruceros parten del embarcadero de la Torre del Oro, de manera que podrás ver de cerca otro de los lugares emblemáticos del pasado árabe de Sevilla. Una torre de 36 metros que protegía a la ciudad de las invasiones desde el río y que forma parte del encanto de la ciudad desde 1220.
5. El barrio de Santa Cruz
Si los monumentos sevillanos dan muestra de la grandeza de Sevilla, sus barrios son los que le dan esa personalidad tan característica que no podrás encontrar en ningún otro lugar.
El barrio de Santa Cruz era la antigua judería de la ciudad, y es uno de esos lugares únicos de Sevilla que no te puedes perder si de verdad quieres sumergirte en su historia.
Pasear por sus estrechas callejuelas te permitirá empaparte de la esencia sevillana y descubrir pequeños (o grandes) tesoros como el patio andaluz de Ximénez de Enciso, la iglesia de Santa María la Blanca o la plaza de la Santa Cruz, que da nombre al barrio, entre otros.
Si puedes alargar tu visita hasta más allá de la puesta del sol y no quieres perderte el encanto del barrio con una luz diferente, te recomiendo hacer un tour nocturno para disfrutar de la atmósfera especial de sus callejuelas iluminadas y conocer al mismo tiempo todos los detalles de su historia.
Y si tienes más días para disfrutar de la ciudad, descubre qué más lugares de interés puedes visitar en Qué ver en Sevilla en 2 días y Qué ver en Sevilla en 3 días.