El origen del nombre del barrio de Santa Cruz se encuentra en la parroquia del mismo nombre que fue derribada en el siglo XIV y cuyo terreno fue usado para construir la actual plaza Santa Cruz donde se erige la llamada Cruz de la Cerrajería en el centro, rodeada de un pequeño jardín.
¿Qué encontrarás en esta guía?
Historia aparte, lo que más me cautivó de este lugar son sus calles, estrechos callejones que forman un laberinto por el que da gusto perderse y acabar apareciendo en alguna pequeña y recóndita plaza donde parece que el tiempo se ha detenido. La sombra que ofrecen sus casas y las corrientes de aire fresco que se forman hacen que el paseo sea muy agradable. Aunque tengo que decir que este encanto especial también se pierde por momentos cuando te encuentras de frente con un gran grupo de turistas japoneses impidiendo el paso y avanzando sin prisa pero sin pausa tras su correspondiente guía.
Como mi deseo es que no acabéis pasando por la misma calle 2 veces ni seáis engullidos por un numeroso grupo de turistas os he preparado este pequeño tour.
Los 10 lugares imperdibles: nuestro tour recomendado
Para este paseo puede ser muy interesante comenzar por visitar la Casa de la Memoria, es el centro de interpretación de la Judería de Sevilla. Para conocer otra visión del barrio de Santa Cruz, la historia y la cultura de los judíos que allí vivieron.
- Patio andaluz de Ximenez de Enciso. En el número 30 de esta calle podéis encontrar un magnífico patio típico andaluz bien conservado. No se puede entrar porque es un edificio privado pero se puede ver bien tras la reja de la entrada.
- La iglesia de Santa María la Blanca. Se edificó como una sinagoga en el siglo XIII y tras la expulsión de los judíos de España fue transformada en una iglesia cristiana.
- Plaza de Santa Cruz. La plaza donde se originó el barrio. La céntrica Cruz de la Cerrajería fue forjada en el siglo XVII y está diseñada como una cruz farola con cuatro serpientes haciendo alusión a su ubicación original, la calle Sierpes.
- Jardines de Murillo. No corresponden estrictamente al barrio de Santa Cruz pero pasaréis junto a ellos y merece la pena dedicar unos minutos a recorrerlos, sobre todo por sus grandes y espectaculares ficus australianos que se estima que fueron plantados hace casi 100 años.
- Calle del agua. Siguiendo las murallas llegareis a este calle cuyo nombre se debe a que este tramo del muro tiene unos tubos en el interior por los que antiguamente se llevaba el agua hasta los Reales Alcázares y a veces se filtraba el agua por las paredes.
- Plaza de los Venerables. Toma su nombre del Hospital de los Venerables Sacerdotes, un importante edificio cargado de historia y con mucho arte en su interior. Tiene una exposición permanente de Velázquez con unos pocos cuadros, un patio hermoso y una iglesia interior que es realmente sorprendente. Merece la pena entrar.
- Patio de Banderas. Es una plaza anexa a los Reales Alcázares, del que fue su Patio de Armas. Para llegar a esta tendréis que atrevesar la calle judería que cruza bajo las torres de la muralla y donde se pueden ver elementos característicos de la Sevilla típica y tradicional.
- Plazuela de Santa Marta. Uno de los rincones más escondidos y poco visitados del Barrio de Santa Cruz. Una pequeña placita empedrada y rodeada de las típicas fachadas blancas. En el centro se encuentra el Crucero de San Lázaro, del siglo XVI; una bonita cruz de piedra rodeada de cuatro naranjos que le acaban de dar un encanto especial.
- Monumento de Don Juan Tenorio. En la Plaza de los Refinadores, entre los Jardines de Murillo y la Puerta de la Carne, encontramos una estatua creada en 1974 en bronce y a tamaño natural que representa al famoso Don Juan Tenorio. Un lugar ideal para sentarse a descansar bajo la sombra de las palmeras y admirar sus bonitas casas y balconeras.
- Calle de las cruces. Tanto se ensancha la calle entre Doncellas y Ximénez de Enciso que mucha gente confunde este bonito rincón de la calle de las Cruces con una plaza. En el centro podéis ver tres columnas de piedra coronadas por cruces de hierro forjado que representan la crucifixión de Jesucristo. En una de las fachadas hay dos cruces de madera del siglo XV empotradas en la pared, que fueron las que dieron nombre a la calle.



Dónde comer bien en el barrio de Santa Cruz
Por su situación, en un paseo por el barrio de Santa Cruz recomiendo los mismos lugares para comer que en el centro histórico, sobretodo los que están por la calle Mateos Gago por cercanía.
Aunque un clásico absoluto de este barrio es el bar Las Teresas (calle santa teresa 2), un lugar auténtico abierto desde 1870 con los típicos jamones colgados del techo así que una tapa de este producto típico fue lo que probé aquí. Si preferís un tapeo más variado Casa Carmelo es vuestro sitio (calle Gloria 6).
Si sois amantes del pescadito frito os recomiendo sin duda alguna la freiduria Puerta de la Carne (calle Santa María la Blanca 36), donde eliges que tipo de pescado quieres, pagas según su peso y te lo sirven en un cucurucho de papel. El adobo es lo más popular de la casa y los chocos para mi estaban de muerte. Se puede pedir para llevar o comer en la terraza.
Por último os aconsejo un bar que tiene mucho éxito entre los sevillanos, la vinería San Telmo (paseo de Catalina de Ribera 4). Tienen un menú degustación con tapas muy creativas pero llegué muy lleno porque lo dejé para el final de mi ruta gastronómica y sólo pedí una de las tapas más populares del lugar, el Rascacielos que estaba muy bueno.
Historia y curiosidades del barrio de Santa Cruz
Antiguamente el barrio de Santa Cruz de Sevilla era la judería de la ciudad, el lugar donde habitaron los judíos desde la reconquista hasta que fueron expulsados por los Reyes Católicos en el siglo XV por motivos religiosos. 100 años antes de este real decreto, unos 4.000 judíos habían sido asesinados en sus casas por una multitud cristiana sin control, hechos de la historia que no hay que olvidar.
El barrio de Santa Cruz es uno de los más conocidos y populares de Sevilla, además de uno de los más bonitos. Un laberinto de calles estrechas, con gran encanto y multitud de tiendas de antigüedades, terrazas de los bares de la zona y patios llenos de flores.
La antigua iglesia que daba nombre al barrio se encontraba en el lugar que hoy ocupa la Plaza de Santa Cruz, pero fue derribada por Napoleón en 1814 y nunca fue reconstruida.
Antiguamente el barrio de Santa Cruz era la judería de la ciudad, una zona próspera y con mucho comercio en la que vivió la población judía desde la conquista de Sevilla por el Rey Fernando III en 1248.
En el siglo XIV, unos 4.000 judíos fueron asesinados en sus casas por una multitud cristiana sin control, y cuando la población judía fue expulsada por los Reyes Católicos en el siglo XV el vecindario fue abandonado y se convirtió en un barrio cerrado, estrecho y foco de enfermedades.
Con la Exposición Iberoamericana de 1929, el barrio de Santa Cruz comenzó a mejorar hasta convertirse en el que hoy día conocemos.
Santa Cruz fue el lugar escogido por el poeta Luis Cernuda para vivir durante 10 años. Vivió en la calle Aire, una de las más estrechas de la ciudad, y su casa se reconoce por un azulejo puesto en su memoria. También fue el barrio de Bartolomé Esteban Murillo, famoso pintor del siglo XVII.
Durante la reconstrucción del barrio se hizo la única calle ancha del barrio, la calle Mateos Gago, y también la Plaza de Doña Elvira, que en el siglo XVII era sede de un corral de comedias.
Antigua judería
La judería sevillana es la segunda en importancia en España después de la de Toledo y en su momento se extendía hasta las iglesias de Santa María la Blanca y de San Bartolomé que, junto a la iglesia de la Santa Cruz, fueron las sinagogas que el Rey Fernando III y su hijo, Alfonso X el Sabio, dejaron a la comunidad judía.
En 1391 se produjeron dos asaltos a la judería por parte de los cristianos. En el primero destrozaron tiendas y agredieron a los habitantes. Este ataque quedó impune y la multitud volvió a entrar en la judería, y esta vez asesinó a unos 4000 judíos, casi todos los que habitaban en Sevilla. Así terminó el carácter judío del barrio.
Hoy aún pueden visitarse muchos de los lugares en los que durante la Edad Media se asentó la comunidad judía. Estos son los que os recomiendo visitar:
- Iglesia de Santa María la Blanca. Fue en origen una sinagoga, pero tras la expulsión de los judíos se transformó en una iglesia cristiana en la que hoy puede verse el cuadro La cena, de Murillo.
- Iglesia de San Bartolomé. Fue una sinagoga hasta la expulsión de los judíos. En 1779 se demolió y se construyó la actual iglesia.
- Calle Fabiola (o antigua calle de la Muerte). Escenario de la leyenda de Susona Ben Zuzó, que delató a su padre y al resto de judíos que planeaban una revuelta. Cuenta la leyenda que, al morir, pidió que su cabeza fuera separada de su cuerpo y se expusiera públicamente clavada sobre la puerta de su casa. Aún hoy se puede ver el hueco donde fue expuesta la calavera y una placa recordando este hecho.
- Aparcamiento de la calle Cano y Cueto. Parece un lugar poco interesante de visitar, pero en él podréis ver una tumba hebrea, testimonio del pasado judío del vecindario.
- Centro de Interpretación Judería de Sevilla. Se encuentra en la calle Ximénez Enciso, y tiene una interesante exposición con los manuscritos de la Inquisición y el cuadro de la expulsión de los judíos del pintor Turina y Real.
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